Alégrame el día, vamos.
No suelo buscarla tan clara
pero hoy tengo ganas
de saltar en pedazos,
porque llevo tiempo
con la vista cansada
o con los ojos cerrados,
porque no tengo alma
que echarme a la boca
porque vivo del barro
que antes no es nada
y luego al contrario...
Alégrame el día, vamos.
Me da igual lo que seas
porque no tengo nada
que perder ¿qué jugamos?
David o Goliath
a bastos o espadas
tu suerte está echada
¿la penúltima carta
estará de tu lado?
Alégrame el día, vamos.
No tengas duda,
a costa de de ti
me gustan los charcos
y llevo tanto en este
que me siento empapado
de los pies a la boca,
ya te he hablado del barro
y lo demás no me importa.
Así que alégrame el día, vamos.
lunes, 1 de febrero de 2010
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1 comentarios:
La parte positiva de un presente amargo, es que en un futuro muy cercano, se habrá convertido en pasado, y será entonces cuando toque reir, y que lloren otros, que se lo han ganado a pulso. No habré conseguido alegrarte el día, pero...¿una sonrisa?. Si, por favor.
Besazo.
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